"Se siente en el aire, algo está por cambiar."
Ya son las 00:01, ya es jueves 21 de junio. No, no voy a mentir, no espere con demasiada ansiedad que este día llegara. Sí, me desespere por tener mi entrada (como todos) al principio, ni bien me entere de tan grande noticia me emocioné, porque sabía que iba a ser algo grande. Pero a medida que iban pasando los días, los meses, estas últimas semanas, sólo quería que el tiempo se detuviera, que fuera eterno.
Ayer se cumplieron diez meses de la primera vez que los vi en vivo, diez mágicos meses de que mi vida cambió casi por completo. No se por dónde empezar, pero tal vez sea necesario hacerlo por el principio...
Conocí a Tan Bionica con Obsesionario, sí el año pasado; no, no me molesta que me tilden de careta. Mucho dicen que esta banda "los salvó", yo no se si hicieron lo mismo conmigo, pero sí recuerdo que mi vida se estaba destruyendo. Todas mis ilusiones estaban rotas, y me pesaba el simple hecho de vivir. Pero ese 20 de agosto, tuve que hacer a un lado todo mi orgullo, y mirar a la cara a esa persona que me había desilucionado completamente; tuve que sentir sus brazos, y escuchar su "te extrañé" (cómo decirle que a pesar de todo, yo también. No, jamás lo hubiera hecho). Si Obsesionario me había dado la fuerza que necesitaba para ocultarlo todo, ese recital me dio la fuerza para seguir adelante; para no rendirme. Se que tal vez diez meses no sean nada, pero para mí, fueron eternos.
Mas allá de seguir a la banda, de conocerlos a ellos y a gente a la que considero amiga, lo que más rescato fueron los cambios que generaron en mí. No soy esa de antes, no. Sin saberlo, ese 20 de agosto iba a buscar que mi vida cambiara, y lo hizo. No se si cambió para bien o para mal, pero cambió. Claro está que no del todo, aún sigo sufriendo por esos mismos pequeños detalles que son los que más me lastiman.
No me importa qué pase hoy, ni mañana, ni en un futuro, ni qué pasó ayer. Yo hoy, me acerco al Luna Park a autodestruirme casi por última vez. Porque no me va a importar absolutamente nada más, que el simple hecho de que mi vida cambie. Voy por la revancha, hoy estos tres Luna Park se ríen de aquellos dos Colegiales que me perdí; se ríen de esta chica que soy yo, de mi obsesión.
Le digo chau a todo, chau a estos meses que para mí, a pesar de todas sus cosas malas fueron la gloria; le digo chau a esta vida, le digo chau a mi pasado, a mis desiluciones, a mi inocencia. Le digo chau a mí misma, porque si hay algo que está claro, es que nada volverá a ser lo mismo despues de este 24 de junio. Le digo chau a Obsesionario, mi única compañía en aquellas noches donde la depresión me ganaba de ante mano.
Le digo chau a todo esto, y voy a llevarme el mundo por delante.
(Aún así, juro por todo lo que tengo, que no quiero que pase el día de hoy. Que se congele el tiempo ahora, ya, en este preciso instante; en este segundo. No estoy lista todavía para despedir todas estas cosas, no, y mucho menos a Obsesionario. Aunque me digan que siempre va a quedar en mí, hoy se escapa completamente de mis manos, y me rehúso a siquiera pensarlo. No, no quiero.)
Son las 00:36, y los segundos y minutos siguen pasando.