viernes, 30 de noviembre de 2012

Casi final.


No sé cómo empezar esta entrada, pero de alguna manera tiene que ser, me guste o no, es casi una obligación hacerla. ¿Nunca les pasó sentirse cómodos en algún lugar? A mi no me pasa muy seguido que digamos, por eso es que me resulta tan extraño que suceda esta vez. 
Durante toda mi vida fui una chica a la que le ponían obligaciones, y yo iba y las cumplía, sin quejas (bueno, a veces sí), sin pensar que había otra opción (porque convengamos que en mi casa nunca hubo otra opción más que terminar la escuela "sí o sí", o esperar hasta los 18 años para hacer lo que se me cantara con mi vida). Y bueno, ya estoy a nada de terminar con esas obligaciones. Me falta poquito más de un mes para POR FIN cumplir mis tan esperados 18 años, y hoy fue mi último día en la escuela, aunque todavía no caigo con esta última (hasta que me den el diploma, valla a buscar mi boletín, no tenga que levantarme más todas las mañanas para ir, no voy a caer).
Tengo una angustia horrenda, y es principalmente por dos motivos... 
El primero, se terminó esa rutina que me marcó durante tantos años. Levantarme temprano, no desayunar, cambiarme como podía, tomar un remis, caminar, tomar un bondi..., ir a la escuela. Reír con gente que poco conocía, pero a la que les veía la cara todos los días; ver a esos amigos a los que jamás cambiaría por nada del mundo (pero aún así tengo miedo de perderlos, porque nadie mejor que yo sabe que las amistades no duran mucho, aunque hayan sido muy verdaderas durante un par de años); tener que bancarme a ese curso que más allá de todo, odiaba (sí, siempre odié a todos mis cursos, pero más que nada hablo de éste último)... Se que es feo decir que odiaba algo, pero es la pura verdad. Tener que levantarme todos los días para estar ahí, con gente que no me bancaba, otros que sí, otros que estaban, otros que eran amigos, y ahora, ahora sólo se que si pudiera volvería a repetir este año... Pero es tarde, y a pesar de eso es en vano, no puedo repetir ni este ni otros años, y tampoco puedo alargarlos. Así que aunque no me guste la idea, simplemente voy a tener que acostumbrarme a eso.
El otro motivo es que de ahora en más voy a tener que moverme yo. Siempre fui muy independiente, pero aún así hay pequeñas cosas que me permití dejar "para más adelante", y es ahora ese más adelante.... A pesar de eso, siempre quise crecer, ser esa chica libre con la que sueño. Tener el trabajo ejemplar, matarme estudiando (sí, todo lo que no estudié en la secundaria); ser exitosa. Ganar plata, tener una casa linda, casarme, tener muchos hijos, tener una vida linda; cumplir cada uno de mis sueños. Pero ahora sé que las posibilidades de que todas esas cosas pasen son casi imposibles. 
Y ahí está mi angustia ¿Cómo puedo hacer para seguir adelante sin tirarme abajo? Esperé durante tanto tiempo este momento... ¿Y ahora qué se supone que sigue? Me hace feliz saber que terminé con varias de esas cosas que en el momento parecían una tortura, pero el miedo que me da todo esto que esta por empezar es mucho más fuerte. ¿Cómo terminar con esa rutina tan odiosa? ¿Cómo dejar de sentirme cómoda con esta vida? Porque aunque la odiara, me era fácil ponerme un jean, un par de zapatillas el guardapolvo y salir, no me ganaba en respeto de nadie así vestida, pero la comodidad que yo sentía al saber que pertenecía a algún lugar no me la sacaba nadie; esa seguridad de saber que si estaba destruída, que si no tenía a dónde más ir, siempre iba a poder recurrir a ahí. Enojada, feliz, triste, siempre era recibida con los brazos abiertos, (incluso hasta algunas personas te trataban como una tía, o otras eran el clon de tu mamá...) ¿Cómo mierda hago para dejar todo eso atrás? ¿Cómo? Pero no importa, porque no voy a olvidar esta etapa, simplemente tengo que dejarla y seguir adelante... 
Hace un rato mi profesor (o ex-profesor) de filosofía nos mando un mail, el cual empezaba diciendo que estaba escuchando "Brillante sobre el mic" (todo un cliché que yo también me di el placer de permitirme usarlo), y luego de muchas palabras y signos raros (si, no comprendo por qué) decía una frase que de verdad me marcó. Creo que hasta el momento nadie había podido expresar tan exactamente lo que pasaba por mi cabeza, y creo toda esta entrada se resume a esa frase (aunque mucho no tenga que ver con todo lo que escribí, porque una vez más comencé a delirar sin darme cuenta). En fin, me despido con esta frase, que tal vez alguien más pueda tomar como suya...
"Por ahí alguno no tuvo una buena infancia, sufrió mucho su adolescencia y el mundo adulto se les asome como un paraíso."

Pd: sí, lo sé, quedo tomo muy colgado.

lunes, 26 de noviembre de 2012

Entrada sin título.

¿Nunca sintieron un frío que les hiela hasta el más minúsculo hueso de sus personas? Estoy helada, y no, no es por estar semi desnuda. Este frío no se pasa metiéndose abajo de unas frazadas, esa no es la solución;
¿Nunca se les humedecieron los ojos en un muy mal momento? ¿Nunca sintieron sus lágrimas correr libremente, y no tener ustedes mismos el control para frenarlas? ¿Nunca les pasó que tuvieron que cerrar fuertemente los ojos, contener la respiración y obligarse a parar de llorar?;
¿Nunca les dolió tanto la cabeza sin ningún motivo? (y no, no es esta sinusitis, claro que no);
¿Nunca sintieron la necesidad de escaparse? De desaparecer;
¿Nunca se sintieron solos, muy solos..., pero aún así no quieren tener compañía?;
¿Nunca se sintieron juzgados por todos? Sus acciones son juzgadas, pero para mal;
¿Nunca sintieron que si están en un lugar es lo mismo que no estén, pero a la vez si no están los buscan, los acosan, los obligan a estar? (¿Para qué mierda, si no les importo? ¿Para qué me obligan a quedarme acá... PARA QUÉ?)

Convengamos que yo se muy bien que no soy la señorita perfección, pero eso no les da el poder de maltratarme de esta forma. Se abusan de que no se expresarme. Sí, no me pueden ver llorar ¿PERO ACASO ESO SIGNIFICA QUE ESTE BIEN? No, no está bien lo que me hacen, y no, yo no estoy bien. Pero en mi casa siempre fueron así, (inclusive yo); te juzgan por todo. Todo lo que hagas va a estar mal, te lo aseguro yo... Y si no soportas a alguien porque tiene actitudes de mierda TE VAN A OBLIGAR A TENER QUE QUERERLO... NO! No puedo querer a alguien a quién alguna vez quise y se dio el gusto de lastimarme (a mí y a la persona que más amo), NO, NO PUEDO. Y no pienso pedir perdón  si no saben vivir con eso, si no saben aceptarme, sólo puedo decir que cuento las horas para desaparecer, para borrarme de sus vidas... 
Igual muy en el fondo los entiendo... Somos todos tan mierda que la solución que ellos encontraron es aferrarse a una persona completamente extraña, con la excusa de amarla. ¿De verdad aman? Yo considero al amor otra cosa, no eso que ellos pretenden sentir para no estar solos, para no tener que soportar esta familia desde adentro. Tampoco veo esta estupidez que ellos hacen como una solución, sólo empeoran las cosas metiendo extraños que son tan o más mierda que ellos. Pero nos les importa, porque están en sus mundos, todos..., excepto yo, que soy la única estúpida que sigue en el mundo de ellos, porque no tiene un mundo propio, porque no puedo tenerlo.
Y no, un paquete de Chocolinas no soluciona nada. Lo que lo solucionaba era la actitud de pensar en el otro en vez de "en ustedes mismos", la cosa de acordarse de que existo... Recuérdenlo para la próxima.

domingo, 25 de noviembre de 2012

Ese maldito momento.



La ruta semi vacía, como mi vida sin vos
quién hubiera imaginado 
que llegaría el momento, 
ese maldito momento de mirar para un costado... 

Y no verte en mis mañanas, ni sonreír con tu voz 
es sentirme acorralado
es por no haber apreciado 
y yo mismo haber tirado lo que la vida me dio. 

No sigo más, no tengo resto, 
soy sólo esto, barro no más; 
no tengo nada, no lo merezco, 
vos no me tengas piedad

¿Será sólo mi torpeza, o será mi forma de andar? 
no pude seguir tus pasos
me fui cayendo a pedazos
sólo quedaron retazos y no los pude juntar. 

Si no estás en mis mañanas, si no me río con vos, 
si me siento acorralado, 
es por no haber apreciado 
y yo mismo haber tirado lo que la vida me dio. 

No sigo más, no tengo resto, 
soy sólo esto, barro nomás; 
no tengo nada, no lo merezco, 
vos no me tengas piedad.


Tal vez esté acorralada en este maldito y manipulador juego que es tu recuerdo..., pero juro que no me importa, lo cambiaría todo, absolutamente todo de mí con tal de volver a compartir aquellas risas que eran sólo tuyas y mías; cada beso y cada abrazo tuyo... Pero por más que me parta el alma, sé que sólo puedo recordarlos, y es ahí donde tu recuerdo me atrapa.

viernes, 23 de noviembre de 2012

Intento fallido.

La poesía te la debo. Mi verborrea es una falacia, por ende también estoy en deuda con ello. ¿De qué me serviría disfrazar este angustioso sentimiento? Por más palabrería que elija, bien se (y vos también) que toda esta situación me duele... Pero haces de cuenta que no sabes, que no tenes la más mínima idea.

Iba a seguir escribiendo, pero la verdad, después de la estupidez que acaban de hacer, de lo único que me dan ganas es de agarrar mis cosas e irme, y no puedo hacerlo. Son una mierda, y me cansé; si no les importo nada, tampoco quiero que me importen a mí.

viernes, 16 de noviembre de 2012

Esa mezcla perfecta de mi euforia y mi tristeza... Que me da el placer más satisfactorio que puede existir, así como también la desesperación más angustiosa de todas, que me va consumiendo lentamente. 
Esa despreciable combinación destructora, sabe de qué forma liquidarme, y de ello se aprovecha, dejándome sin motivo alguno para repudiar ese círculo vicioso... Porque no puedo, porque me atrae y me deleita, y me prohíbo no ungirla.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Zozobra.


Ese escalofrío que se va apoderando de mí. Esa ansiedad que recorre todo mi cuerpo, lentamente, erizándome la piel. Mis manos tiemblan, desesperan. Siento un vacío imposible de llenar, pero imposible simplemente porque no sé de qué manera llenarlo, no encuentro la forma de hacerlo. Cada cosa que me dicen me resulta absurda, tan patética..., y me duele, se me clava en lo más profundo de mí y me aterroriza. Sus miradas, ellos no comprenden mi desesperación. Internamente estoy herida, no tengo la más mínima idea de qué fue lo que me lastimó, pero deduzco que fue algo muy pequeño, que empezó a agravarse a medida que lo ignoraba. Poco a poco fui "dándome la espalda" fingiendo que era un sentimiento, uno muy mediocre... Pero no, no era un sentimiento nada más, era una verdad que ignoré. 
Esta depresión (si así puedo llamarla) tenía motivos (muchos), y yo simplemente los obvié, hice de cuenta que no existían y seguí sonriendo; pretendía que no existieran (me intenté convencer), pero ahora sé que fui una estúpida y que en verdad eran reales.
Esta ansiedad me esta desesperando, no encuentro forma alguna para que desaparezca... Pensé en expulsar todo de mí ¿será esa, acaso, la "cura"? No me animo a hacer tremenda estupidez, y acá estoy escribiendo, moviendo las manos, para calmarme. Pero no, no se calma nada, todo sigue igual. Quiero llorar y no me salen las lágrimas (con suerte alguna se me escapa, pero ya ni siquiera eso sucede); quiero gritar y siento estar muda, quiero correr, irme lejos, lejos, lejos, muy muy muy lejos; desaparecer de esta vida, de este cuerpo que no me deja expresarme de la manera en que lo necesito.
Nadie se da cuenta de que estoy destruyéndome, pero en algún cierto punto los entiendo, porque hasta esta tarde tampoco me daba cuenta yo misma.