lunes, 19 de mayo de 2014

Rematando suerte

Hola acá estoy otra vez (después de cuánto tiempo vaya uno a saber, ¿no?) ¡Y si me vieran en estos momentos! Sí, se espantarían, créanme. En verdad no planeo entrar en detalles sobre mi vida ni nada por el estilo, pero estaba cenando (02.02 am.) y empecé a analizar algunas cosas que me pasaron hoy y en éstos últimos tiempo (bah, casi en toda mi vida jaja) y no pude evitar acordarme de una frase que claramente no se evaporó si no que se quedó grabada en mi mente repitiéndose y dije: ¡Wow, tengo que escribir sobre ésto! Entonces fui a buscar mi netbook, la traje a la barra (sí todo bien yanke) y acá estamos.
Una vez leí un tweet que decía algo así como "yo desconfío de la suerte de la gente linda, las cosas le pasan sólo porque son lindos" y en ese momento me causo gracia (por decir algo) y hasta ni atención le presté, pero hace un rato volvió a mi pequeña y trastornada cabecita y no se quiso ir, por lo que me puse a analizar.
Supongamos que es verdad, que a la gente "linda" le pasen ciertas cosas que a otros no, que tienen más suerte que una persona común ¿Por qué será? Y ahí es cuando cualquiera podría decirme "Ay Coti es obvio, porque son lindos y porque a la gente le gusta rodearse de gente linda o porque SEGURO consiguen todo porque la gente tienen dobles intenciones con los lindos". Es un buen punto, y todas esas justificaciones mediocres son aceptables pero entonces: ¿la gente no tan agraciada en la belleza carece de suerte? Por supuesto que no, todos tenemos suerte; los lindos y los no tan lindos. Pero, sí puede ser verdad que esa gente catalogada como "linda" obtenga muchas más cosas que otros, pero no se equivoquen, no todos los "lindos" viven con suerte así como tampoco todos los "feos" no la tienen. Yo creo que pasa por algo más allá..., y es, en mi humilde opinión, una cuestión más de actitud que de belleza. 
Algunas personas que se sienten bellas (sin importar si encajan en los parámetros de belleza establecidos socialmente o no) tienen buena actitud. Encaran al mundo con otra cara, con otra actitud. Mientras que, los que no se sienten conformes consigo mismos, que no se quieren ni se respetan, por más lindos que sean, carecen de la tan anhelada suerte
¿Curioso no? Bueno, si me preguntan a mí, les comento que les escribe una chica que en verdad tiene mucha suerte. Y no, no me refiero a que cada vez que espero un colectivo llega al minuto y siempre hay un asiento vacío para mí; tampoco me refiero a que todo el tiempo las cosas me salen como yo quisiera, o que mi vida es perfecta (una especie de Lindsay Lohan en "Just my luck" jaja). Si no que más bien tengo suerte en otros aspectos (lo que me hace replantearme una y otra vez por qué no le estoy sacando el máximo provecho). Y no, no es porque sea "linda", tampoco es porque el universo me ama y esta a mi favor. Toda la suerte que tengo la genero yo misma, ¡voy a por ello! Sí, muchas veces lo dudo, muchas otras no lo hago (y me arrepiento, obvio). Y sí, puede ser que el universo esté a mi favor, pero yo creo que si es así, que si en verdad cuento con alguna fuerza superior a mí que me ayuda, es porque trabajé duro para merecer esa ayuda. A veces me pasan cosas extrañas, que tal vez a otros no les pasaría; a veces me pregunto hasta dónde podría llegar, tal vez podría conquistar el mundo entero... Bueno, no jaja. 
A lo que me refiero con todo ésto es que es muy fácil decir que "la suerte está del lado de los lindos y como yo no soy lindo a mi no me toca nada", pero es mentira. Si cambiaras esa actitud, si en verdad creyeras que las cosas pueden tocarte a vos, que ésta vez seguro se da lo que tanto estabas esperando, y trabajas mucho por conseguir lo que sabes que es para vos (para nadie más, sólo para vos) seguro el universo va a ayudarte para que lo consigas (eso dependiendo de que haya alguna extraña ayuda). Así que si vos sos de esos que dicen que las cosas sólo le pasan a los "lindos" deja de mentirte, y empeza a fabricar tu propia suerte.
Sí, yo creo que la suerte la fabricas vos.

lunes, 30 de septiembre de 2013

Vas a perder por knock out.

Tiempo de volver a empezar. 
Sí, no se ya cuántas veces de lo que va del año me lo repetí a mi misma sin que funcionara. Pero ésta vez va más allá de simplemente decirlo. Estoy decidida, completamente decidida. Tal vez siga sintiendo miedo (mucho) pero es hora de que solita empiece a alejarlo de mi cabeza, porque si "el miedo es una opción" yo elijo no tenerlo presente en mi cabeza. Si todo está bien en mí, si sólo soy yo intentando sabotearme entonces, es hora de frenarme. 
Creo que nunca estuve tan decidida desde aquél 27 de septiembre (hace ya más de dos años) y yo sé cómo, con un poco de confianza y esfuerzo, los objetivos se van cumpliendo poco a poco (y a veces hasta algún que otro sueño).
Sé de antemano que ésta lucha no va a ser nada fácil. Sé que va a costarme demasiado trabajo, que a veces no voy a tener fuerzas, que voy a decaer un sin fin de veces; lo sé, me conozco mejor que nadie. Pero también sé que voy a hacer todo lo que esté a mi alcance por no rendirme. Hay alguna que otra persona que cree en mí, y es hora de que yo también lo haga. Sé hasta dónde puedo llegar, sé que aunque me esté hundiendo sigo siendo fuerte; la esperanza sigue presente muy dentro mío, aunque quiera ocultarla... 
Estoy convencida, no vas a ganarme. Sé, que vas a perder por knock out.

domingo, 1 de septiembre de 2013

Tiempo de parar, cambiar y seguir.

Supongo que a veces llega un momento en el que decimos: "basta". Y casualmente siempre es en el peor momento. Es deprimente tener que llegar a un punto en el que ya nos hicimos demasiado daño para poder reaccionar. En mi caso, necesito tocar fondo para poder salir adelante. Es estúpido, porque si abriera los ojos antes, tendría menos camino que recorrer después. Pero a veces no depende sólo de nosotros, algunas veces hay que pedir ayuda. Y puedo asegurar que la idea de tener que buscar lo que no tenemos dentro nuestro, fuera, duele (y demasiado). Hay que saber admitir que a veces somos incapaces. En mi caso, es demasiado complicado. Sé de ante mano (y de sobra) que no soy perfecta; que tengo muchos (pero muchos) errores, y que me faltan unas mil cosas en distintos aspectos. Pero de repente tener que admitir que sola no puedo salir adelante es algo completamente distinto. Nunca necesité ayuda bajo ninguna circunstancia (o al menos eso creí). Intenté negar la realidad de miles de maneras distintas ¿Y de qué me sirvió? Créanme, absolutamente de nada. Pero acá estoy, intentando admitir cada uno de mis errores, pero lo que es aún más importante, intentando repararlos... 
La verdad es que podemos llenarnos de mensajes positivos, pero no nos sirven si no los sentimos de verdad. Y en parte es eso; para ver, hay que estar dispuestos a abrir los ojos. 
Hace muy poco leí en un libro una frase que decía algo así como que los humanos somos demasiado tontos, porque tenemos algo tan importante como lo es la posibilidad de vivir esta vida y la desperdiciamos (y en el caso al que el libro hacía referencia: el motivo era por la sonrisa de un extraño). Creo que no somos conscientes a veces de todas las oportunidades que tenemos de cambiar lo que no nos gusta, o de ser infinitamente felices. Creo que a veces buscamos esa sensación de soledad, y por algún extraño motivo preferimos aferrarnos a ella antes que a la felicidad; es básicamente como permitirte soñar y no luchar por hacer realidad esos sueños. ¿Por qué? Fácil, por miedo.
No puedo darme el lujo de seguir desperdiciando mi vida a causa del miedo. Es hora de parar. Es hora de cambiar y seguir. Es hora


Tal vez quien lea esta entrada no entienda demasiado; es que creo que la única explicación es que mi cabeza está hecha un lío, y que cuando escucho Maldita Nerea por algún motivo ellos me dan las ganas de salir adelante que me hacen faltan. A veces la ayuda no es sólo de una persona, a veces puede ser de un libro, una película o también (como es en parte mi caso) una banda. Si alguien que esté leyendo esta entrada se siente sin ánimos de seguir adelante o simplemente tiene ganas de cambiar y de poder vivir la vida que tanto desea vivir, por mi parte, puedo recomendarle que no tenga miedo. A veces cuesta; a veces abrir los ojos puede ser algo horrible, lo sé, pero es necesario. Mis únicos consejos tal vez serían que escuche (o al menos lea la letra) de un par de temas de MN como lo son: 
"¿No podíamos ser agua?" (éste super primerísimo!);
que no se de por vencido, porque yo tengo esa manía de creer que nada es imposible y en verdad lo creo. No lo digo por moda ni porque me guste como suena, yo creo que todo es posible;
Y tal vez creo que el más importante sería que recuerde que está bien pedir ayuda, nadie llega sólo a ningún lado. Y de hecho, sé que la ayuda le llega a quién la busca, por eso no hay que tener miedo...
Hay que ser positivos, sin importar nada. 

viernes, 26 de julio de 2013

My way in the world


Trabajo en una tienda,
no es para lo que estoy hecha;
vivo por mis descansos 
y sé que afuera hay algo más,
hay tanto por explorar
pero se siente tan lejos.

No estoy perdida,
sólo estoy encontrando mi camino en el mundo.
No estoy perdida,
sólo estoy encontrando mi camino en el mundo;
en éste grande y viejo mundo.

¿Alguna vez te haz preguntado
hacia dónde van tus sueños?
¿Has sentido como si estuvieses cayendo 
bajo todo?
¿Alguna vez te haz preguntado
hacia dónde van tus sueños?
¿Has sentido como si estuvieses cayendo 
bajo todo?

No sé si es bueno o malo
caminar por las calles sin ti;
no tengo muy claro lo que quiero,
pero si hay una cosa que tengo
y es una muy buena idea de quién NO quiero ser.

No estoy perdida,
sólo estoy encontrando mi camino en el mundo.
No estoy perdida,
sólo estoy encontrando mi camino en el mundo;
en éste grande y viejo mundo.

¿Alguna vez te haz preguntado
hacia dónde van tus sueños?
¿Has sentido como si estuvieses cayendo 
bajo todo?
¿Alguna vez te haz preguntado
hacia dónde van tus sueños?
¿Has sentido como si estuvieses cayendo 
bajo todo?

No quiero estar en una tienda, ni en un trabajo
¿puedo tomar asiento en las primeras sillas del autobús
y ponerme mis auriculares?
Y justo ahí, en un flash, mientras caen lágrimas en mis mejillas,
de repente puedo ver que...

No estamos perdidos,
sólo estamos encontrando nuestro camino en el mundo.
No estamos perdidos,
sólo estamos encontrando nuestro camino en el mundo;
en éste grande y viejo mundo.

¿Alguna vez te haz preguntado
hacia dónde van tus sueños?
¿Has sentido como si estuvieses cayendo 
bajo todo?
¿Alguna vez te haz preguntado
hacia dónde van tus sueños?
¿Has sentido como si estuvieses cayendo 
bajo todo?
¿Alguna vez te haz preguntado
hacia dónde van tus sueños?
¿Has sentido como si estuvieses cayendo 
bajo todo?
¿Alguna vez te haz preguntado
hacia dónde van tus sueños?
¿Has sentido como si estuvieses cayendo 
bajo todo?

No estoy perdida,
sólo estoy encontrando mi camino en el mundo;
en éste grande y viejo mundo.


Nina Nesbitt

Rejunte de sentimientos

Acá estoy, otra madrugada más. Desvelada, enterándome de los problemas de alguien más (no por obligación, pero mucho menos por placer). Otra noche más desperdiciada. Otra noche más en la que siento la estúpida necesidad de acurrucarme en la cama, abrazar algo (lo primero que encuentre, una almohada tal vez...) y dormirme profundamente. Pero no puedo hacerlo, tengo que tomar un medicamento a las 2 a.m. y como siempre termino cambiando el horario de los remedios esta vez no puedo darme el lujo de hacerlo; ésta vez es más complicado que las veces anteriores. Mucho más complicado...
Con el tiempo todo se va haciendo más complicado ¿o a caso es sólo que nosotros lo sentimos así? ¿todo sigue siendo tan fácil como cuando tenía 3 años y un paquete de "Rocklets" solucionaba cualquier problema que tuviese? 
A veces suelo preguntarme si la vida de todas las personas son tan o más raras que la mía; si son tan trágicas más que nada. Todas las personas tienen problemas, pero... ¿a todas les pasa que cuando están solucionando uno o tal vez superando un trauma llega otro nuevo para volver a complicarles la vida?
¿Cómo es que mi vida se sigue complicando cada vez más? ¿Y cómo es que sigo estando acá? Me estoy quedando estancada, pero aún así sigo creyendo en esa pequeña esperanza (que cada vez va aumentando) que me insiste en que todo puede cambiar. Y sé que algún día mi vida va a cambiar; YO voy a cambiar (denlo por sentado).
No, no es que me moleste ser quién soy. Pero hay cosas que todavía no logro mejorar de mi misma, y quiero hacerlo únicamente por mi propio bien. Como por ejemplo esas ganas irremediables de huir todo el tiempo; esas ganas de escapar que no se van. O tal vez esa estúpida manía de querer que la gente vea el mundo de una forma más positiva; o ese maldito capricho de seguir dejando que los problemas de alguien más se conviertan en mis propios problemas. O ese enfermizo antojo de una increíble sorpresa que nunca llega... O peor aún, el hecho de estar acá sentada escribiendo, porque no se la manera de expresar lo que me pasó el jueves, y por el momento a nadie parece importarle.

domingo, 7 de julio de 2013

No more


Siento un escalofrío tremendo. ¿Qué me pasa? ¿Desde cuándo volví a ser ésto? Hacía demasiado tiempo no se me erizaba la piel de ésta manera... 
Siempre fui la chica que se aferraba a un completo extraño que sabía darme justo lo que yo necesitaba en el momento exacto; siempre fue así. Pero sólo lo hacía cuando me sentía perdida (no sola, que de hecho son dos conceptos totalmente distintos, debo aclarar). Cuando despreciaba mi cuerpo, o a mí misma, recurría a algún muchacho que con mucho gusto me demostraba cuán equivocada estaba. Sin darse cuenta me valoraba, y me hacía abrir los ojos. Y así fue en todo momento... Cuando necesitaba escapar de mi misma, hice lo mismo; cuando deseaba libertad mas que ninguna otra cosa en el mundo elegí a un chico que, hoy, puedo asegurar no fue mi mejor elección (sí, me equivoqué, lo reconozco).
Pero ojo, claro está que una vez que me encontraba a mi misma, una vez que reencontraba el rumbo, me alejaba. Cuando empecé a valorar quién era realmente yo (tanto por fuera como por dentro), cuánto valía en verdad, me alejé. Cuando entendí que no necesitaba de ciertas cosas para ser libre, me alejé. Cuando me sentí completa, no busqué aferrarme desesperadamente a los brazos de ningún muchacho incapaz de comprenderme; simplemente me aferré a mí misma.
Y hoy, que al parecer me encuentro perdida, de repente comienzo a considerar lo que sean tal vez ¿"oportunidades"? (mentira, ¡sólo una!), y no puedo comprender por qué lo hago. ¿A qué quiero llegar, al punto en el cual encuentro mi camino y me alejo? Porque nadie me cree cuando digo que sólo se usar a la gente (sobre todo a los chicos, claro está). Porque al decir esas palabras creen que soy una especie de chica fácil (zorra) y se ríen de mí (porque claramente estoy lejos de serlo). Nadie llega a entender lo que yo siento cuando veo a un chico que me agrada. El miedo a usarlo es más fuerte que yo. Porque a fin de cuentas, lo único en lo que soy buena es en aferrarme a desconocidos hasta que me siento segura para seguir con mi vida, pero sola. Y es imposible verlo con otros ojos, es sumamente imposible creer que ésta vez no va a suceder lo mismo. Lo sé, lo siento dentro mío; estoy jugando con él, así como antes le tocó a algún otro. Y no quiero usarlo, no a él. De hecho no quiero usar a nadie, prefiero ser usada... Así, al menos, no me sentiría la basura que me siento ahora (y me sentí siempre).

domingo, 30 de junio de 2013

Entrada Obligada

Sí, como podrán leer en el título, ésta entrada es por obligación. Verán, éste último tiempo estuve desvariando, y perdiéndome un poco en mí. Uno de los motivos fue el miedo, y si bien sigo teniendo demasiado, llegué a la conclusión de que ésto no puede NI DEBE seguir así (por mi propio futuro).
Si bien sabrán de antemano dos cosas demasiado obvias (pero no por eso nimias) sobre las cuales voy a escribir en esta entrada, necesito hacerlo en conexión a mi vida. (Si les resulta tedioso, bon voyage).
A veces sólo basta un año para darnos cuenta de la realidad... Sí, lo sé, es demasiado tiempo (¿en verdad lo es?), pero a veces se necesita justamente éso: tiempo para comprender cómo son las cosas..., y en mi caso con un año basta. Pero no puedo evitar reconocer que para mí dicho lapso marcó muchas más cosas; como, por ejemplo: superar (bueno, no del todo). Entender que nada va a volver a ser como lo era antes (puede ser mejor en todo caso, pero no va a repetirse la historia). Entender que una sonrisa (una como la que tengo ahora grabada en mi cara) puede sanar cualquier herida; puede darme esperanzas, puede ser un buen motivo para volver a empezar (para volver a luchar). Darme cuenta de que cada parte de rencor que sentía por él de repente se esfumó...
Sí tuvo que pasar un año, y tuvieron que cambiar las cosas para que pueda estar acá, ¿escribiendo ésta entrada? ¿para eso tuvo que pasar un puto año?  Juro que muchas veces me lamento por haber seguido adelante. Si por mí dependiese volvería el tiempo atrás, sólo con la intención de volver a vivirlo..., pero después, después siento ésto que siento hoy, y me doy cuenta que a veces tienen que pasar cosas, y un largo período para reecontrar la fe y algunos que otro sueños que parecían perdidos. 
A veces hay que dejar pasar un año para reencontrarnos a nosotros mismos. 
Un beso y adiós.

lunes, 24 de junio de 2013

No quiero rendirme, no sin intentarlo. Así no soy yo, ¿o sí? El dolor en mis cachetes es más claro que mi cabeza y todos sus pensamientos, no soy fuerte; estoy dejando que me afecte. Soy especialista en desaprovechar buenas oportunidades; en arrepentirme, en dejar de pelearla. Lo que mejor me sale hoy en día es abandonar antes de intentarlo. Estoy dejando que este miedo de mierda me afecte a tal punto de bloquearme por completo. 
No pido que me entiendan, sólo pido poder rescatarme.