lunes, 30 de septiembre de 2013

Vas a perder por knock out.

Tiempo de volver a empezar. 
Sí, no se ya cuántas veces de lo que va del año me lo repetí a mi misma sin que funcionara. Pero ésta vez va más allá de simplemente decirlo. Estoy decidida, completamente decidida. Tal vez siga sintiendo miedo (mucho) pero es hora de que solita empiece a alejarlo de mi cabeza, porque si "el miedo es una opción" yo elijo no tenerlo presente en mi cabeza. Si todo está bien en mí, si sólo soy yo intentando sabotearme entonces, es hora de frenarme. 
Creo que nunca estuve tan decidida desde aquél 27 de septiembre (hace ya más de dos años) y yo sé cómo, con un poco de confianza y esfuerzo, los objetivos se van cumpliendo poco a poco (y a veces hasta algún que otro sueño).
Sé de antemano que ésta lucha no va a ser nada fácil. Sé que va a costarme demasiado trabajo, que a veces no voy a tener fuerzas, que voy a decaer un sin fin de veces; lo sé, me conozco mejor que nadie. Pero también sé que voy a hacer todo lo que esté a mi alcance por no rendirme. Hay alguna que otra persona que cree en mí, y es hora de que yo también lo haga. Sé hasta dónde puedo llegar, sé que aunque me esté hundiendo sigo siendo fuerte; la esperanza sigue presente muy dentro mío, aunque quiera ocultarla... 
Estoy convencida, no vas a ganarme. Sé, que vas a perder por knock out.

domingo, 1 de septiembre de 2013

Tiempo de parar, cambiar y seguir.

Supongo que a veces llega un momento en el que decimos: "basta". Y casualmente siempre es en el peor momento. Es deprimente tener que llegar a un punto en el que ya nos hicimos demasiado daño para poder reaccionar. En mi caso, necesito tocar fondo para poder salir adelante. Es estúpido, porque si abriera los ojos antes, tendría menos camino que recorrer después. Pero a veces no depende sólo de nosotros, algunas veces hay que pedir ayuda. Y puedo asegurar que la idea de tener que buscar lo que no tenemos dentro nuestro, fuera, duele (y demasiado). Hay que saber admitir que a veces somos incapaces. En mi caso, es demasiado complicado. Sé de ante mano (y de sobra) que no soy perfecta; que tengo muchos (pero muchos) errores, y que me faltan unas mil cosas en distintos aspectos. Pero de repente tener que admitir que sola no puedo salir adelante es algo completamente distinto. Nunca necesité ayuda bajo ninguna circunstancia (o al menos eso creí). Intenté negar la realidad de miles de maneras distintas ¿Y de qué me sirvió? Créanme, absolutamente de nada. Pero acá estoy, intentando admitir cada uno de mis errores, pero lo que es aún más importante, intentando repararlos... 
La verdad es que podemos llenarnos de mensajes positivos, pero no nos sirven si no los sentimos de verdad. Y en parte es eso; para ver, hay que estar dispuestos a abrir los ojos. 
Hace muy poco leí en un libro una frase que decía algo así como que los humanos somos demasiado tontos, porque tenemos algo tan importante como lo es la posibilidad de vivir esta vida y la desperdiciamos (y en el caso al que el libro hacía referencia: el motivo era por la sonrisa de un extraño). Creo que no somos conscientes a veces de todas las oportunidades que tenemos de cambiar lo que no nos gusta, o de ser infinitamente felices. Creo que a veces buscamos esa sensación de soledad, y por algún extraño motivo preferimos aferrarnos a ella antes que a la felicidad; es básicamente como permitirte soñar y no luchar por hacer realidad esos sueños. ¿Por qué? Fácil, por miedo.
No puedo darme el lujo de seguir desperdiciando mi vida a causa del miedo. Es hora de parar. Es hora de cambiar y seguir. Es hora


Tal vez quien lea esta entrada no entienda demasiado; es que creo que la única explicación es que mi cabeza está hecha un lío, y que cuando escucho Maldita Nerea por algún motivo ellos me dan las ganas de salir adelante que me hacen faltan. A veces la ayuda no es sólo de una persona, a veces puede ser de un libro, una película o también (como es en parte mi caso) una banda. Si alguien que esté leyendo esta entrada se siente sin ánimos de seguir adelante o simplemente tiene ganas de cambiar y de poder vivir la vida que tanto desea vivir, por mi parte, puedo recomendarle que no tenga miedo. A veces cuesta; a veces abrir los ojos puede ser algo horrible, lo sé, pero es necesario. Mis únicos consejos tal vez serían que escuche (o al menos lea la letra) de un par de temas de MN como lo son: 
"¿No podíamos ser agua?" (éste super primerísimo!);
que no se de por vencido, porque yo tengo esa manía de creer que nada es imposible y en verdad lo creo. No lo digo por moda ni porque me guste como suena, yo creo que todo es posible;
Y tal vez creo que el más importante sería que recuerde que está bien pedir ayuda, nadie llega sólo a ningún lado. Y de hecho, sé que la ayuda le llega a quién la busca, por eso no hay que tener miedo...
Hay que ser positivos, sin importar nada. 

viernes, 26 de julio de 2013

My way in the world


Trabajo en una tienda,
no es para lo que estoy hecha;
vivo por mis descansos 
y sé que afuera hay algo más,
hay tanto por explorar
pero se siente tan lejos.

No estoy perdida,
sólo estoy encontrando mi camino en el mundo.
No estoy perdida,
sólo estoy encontrando mi camino en el mundo;
en éste grande y viejo mundo.

¿Alguna vez te haz preguntado
hacia dónde van tus sueños?
¿Has sentido como si estuvieses cayendo 
bajo todo?
¿Alguna vez te haz preguntado
hacia dónde van tus sueños?
¿Has sentido como si estuvieses cayendo 
bajo todo?

No sé si es bueno o malo
caminar por las calles sin ti;
no tengo muy claro lo que quiero,
pero si hay una cosa que tengo
y es una muy buena idea de quién NO quiero ser.

No estoy perdida,
sólo estoy encontrando mi camino en el mundo.
No estoy perdida,
sólo estoy encontrando mi camino en el mundo;
en éste grande y viejo mundo.

¿Alguna vez te haz preguntado
hacia dónde van tus sueños?
¿Has sentido como si estuvieses cayendo 
bajo todo?
¿Alguna vez te haz preguntado
hacia dónde van tus sueños?
¿Has sentido como si estuvieses cayendo 
bajo todo?

No quiero estar en una tienda, ni en un trabajo
¿puedo tomar asiento en las primeras sillas del autobús
y ponerme mis auriculares?
Y justo ahí, en un flash, mientras caen lágrimas en mis mejillas,
de repente puedo ver que...

No estamos perdidos,
sólo estamos encontrando nuestro camino en el mundo.
No estamos perdidos,
sólo estamos encontrando nuestro camino en el mundo;
en éste grande y viejo mundo.

¿Alguna vez te haz preguntado
hacia dónde van tus sueños?
¿Has sentido como si estuvieses cayendo 
bajo todo?
¿Alguna vez te haz preguntado
hacia dónde van tus sueños?
¿Has sentido como si estuvieses cayendo 
bajo todo?
¿Alguna vez te haz preguntado
hacia dónde van tus sueños?
¿Has sentido como si estuvieses cayendo 
bajo todo?
¿Alguna vez te haz preguntado
hacia dónde van tus sueños?
¿Has sentido como si estuvieses cayendo 
bajo todo?

No estoy perdida,
sólo estoy encontrando mi camino en el mundo;
en éste grande y viejo mundo.


Nina Nesbitt

Rejunte de sentimientos

Acá estoy, otra madrugada más. Desvelada, enterándome de los problemas de alguien más (no por obligación, pero mucho menos por placer). Otra noche más desperdiciada. Otra noche más en la que siento la estúpida necesidad de acurrucarme en la cama, abrazar algo (lo primero que encuentre, una almohada tal vez...) y dormirme profundamente. Pero no puedo hacerlo, tengo que tomar un medicamento a las 2 a.m. y como siempre termino cambiando el horario de los remedios esta vez no puedo darme el lujo de hacerlo; ésta vez es más complicado que las veces anteriores. Mucho más complicado...
Con el tiempo todo se va haciendo más complicado ¿o a caso es sólo que nosotros lo sentimos así? ¿todo sigue siendo tan fácil como cuando tenía 3 años y un paquete de "Rocklets" solucionaba cualquier problema que tuviese? 
A veces suelo preguntarme si la vida de todas las personas son tan o más raras que la mía; si son tan trágicas más que nada. Todas las personas tienen problemas, pero... ¿a todas les pasa que cuando están solucionando uno o tal vez superando un trauma llega otro nuevo para volver a complicarles la vida?
¿Cómo es que mi vida se sigue complicando cada vez más? ¿Y cómo es que sigo estando acá? Me estoy quedando estancada, pero aún así sigo creyendo en esa pequeña esperanza (que cada vez va aumentando) que me insiste en que todo puede cambiar. Y sé que algún día mi vida va a cambiar; YO voy a cambiar (denlo por sentado).
No, no es que me moleste ser quién soy. Pero hay cosas que todavía no logro mejorar de mi misma, y quiero hacerlo únicamente por mi propio bien. Como por ejemplo esas ganas irremediables de huir todo el tiempo; esas ganas de escapar que no se van. O tal vez esa estúpida manía de querer que la gente vea el mundo de una forma más positiva; o ese maldito capricho de seguir dejando que los problemas de alguien más se conviertan en mis propios problemas. O ese enfermizo antojo de una increíble sorpresa que nunca llega... O peor aún, el hecho de estar acá sentada escribiendo, porque no se la manera de expresar lo que me pasó el jueves, y por el momento a nadie parece importarle.

domingo, 7 de julio de 2013

No more


Siento un escalofrío tremendo. ¿Qué me pasa? ¿Desde cuándo volví a ser ésto? Hacía demasiado tiempo no se me erizaba la piel de ésta manera... 
Siempre fui la chica que se aferraba a un completo extraño que sabía darme justo lo que yo necesitaba en el momento exacto; siempre fue así. Pero sólo lo hacía cuando me sentía perdida (no sola, que de hecho son dos conceptos totalmente distintos, debo aclarar). Cuando despreciaba mi cuerpo, o a mí misma, recurría a algún muchacho que con mucho gusto me demostraba cuán equivocada estaba. Sin darse cuenta me valoraba, y me hacía abrir los ojos. Y así fue en todo momento... Cuando necesitaba escapar de mi misma, hice lo mismo; cuando deseaba libertad mas que ninguna otra cosa en el mundo elegí a un chico que, hoy, puedo asegurar no fue mi mejor elección (sí, me equivoqué, lo reconozco).
Pero ojo, claro está que una vez que me encontraba a mi misma, una vez que reencontraba el rumbo, me alejaba. Cuando empecé a valorar quién era realmente yo (tanto por fuera como por dentro), cuánto valía en verdad, me alejé. Cuando entendí que no necesitaba de ciertas cosas para ser libre, me alejé. Cuando me sentí completa, no busqué aferrarme desesperadamente a los brazos de ningún muchacho incapaz de comprenderme; simplemente me aferré a mí misma.
Y hoy, que al parecer me encuentro perdida, de repente comienzo a considerar lo que sean tal vez ¿"oportunidades"? (mentira, ¡sólo una!), y no puedo comprender por qué lo hago. ¿A qué quiero llegar, al punto en el cual encuentro mi camino y me alejo? Porque nadie me cree cuando digo que sólo se usar a la gente (sobre todo a los chicos, claro está). Porque al decir esas palabras creen que soy una especie de chica fácil (zorra) y se ríen de mí (porque claramente estoy lejos de serlo). Nadie llega a entender lo que yo siento cuando veo a un chico que me agrada. El miedo a usarlo es más fuerte que yo. Porque a fin de cuentas, lo único en lo que soy buena es en aferrarme a desconocidos hasta que me siento segura para seguir con mi vida, pero sola. Y es imposible verlo con otros ojos, es sumamente imposible creer que ésta vez no va a suceder lo mismo. Lo sé, lo siento dentro mío; estoy jugando con él, así como antes le tocó a algún otro. Y no quiero usarlo, no a él. De hecho no quiero usar a nadie, prefiero ser usada... Así, al menos, no me sentiría la basura que me siento ahora (y me sentí siempre).

domingo, 30 de junio de 2013

Entrada Obligada

Sí, como podrán leer en el título, ésta entrada es por obligación. Verán, éste último tiempo estuve desvariando, y perdiéndome un poco en mí. Uno de los motivos fue el miedo, y si bien sigo teniendo demasiado, llegué a la conclusión de que ésto no puede NI DEBE seguir así (por mi propio futuro).
Si bien sabrán de antemano dos cosas demasiado obvias (pero no por eso nimias) sobre las cuales voy a escribir en esta entrada, necesito hacerlo en conexión a mi vida. (Si les resulta tedioso, bon voyage).
A veces sólo basta un año para darnos cuenta de la realidad... Sí, lo sé, es demasiado tiempo (¿en verdad lo es?), pero a veces se necesita justamente éso: tiempo para comprender cómo son las cosas..., y en mi caso con un año basta. Pero no puedo evitar reconocer que para mí dicho lapso marcó muchas más cosas; como, por ejemplo: superar (bueno, no del todo). Entender que nada va a volver a ser como lo era antes (puede ser mejor en todo caso, pero no va a repetirse la historia). Entender que una sonrisa (una como la que tengo ahora grabada en mi cara) puede sanar cualquier herida; puede darme esperanzas, puede ser un buen motivo para volver a empezar (para volver a luchar). Darme cuenta de que cada parte de rencor que sentía por él de repente se esfumó...
Sí tuvo que pasar un año, y tuvieron que cambiar las cosas para que pueda estar acá, ¿escribiendo ésta entrada? ¿para eso tuvo que pasar un puto año?  Juro que muchas veces me lamento por haber seguido adelante. Si por mí dependiese volvería el tiempo atrás, sólo con la intención de volver a vivirlo..., pero después, después siento ésto que siento hoy, y me doy cuenta que a veces tienen que pasar cosas, y un largo período para reecontrar la fe y algunos que otro sueños que parecían perdidos. 
A veces hay que dejar pasar un año para reencontrarnos a nosotros mismos. 
Un beso y adiós.

lunes, 24 de junio de 2013

No quiero rendirme, no sin intentarlo. Así no soy yo, ¿o sí? El dolor en mis cachetes es más claro que mi cabeza y todos sus pensamientos, no soy fuerte; estoy dejando que me afecte. Soy especialista en desaprovechar buenas oportunidades; en arrepentirme, en dejar de pelearla. Lo que mejor me sale hoy en día es abandonar antes de intentarlo. Estoy dejando que este miedo de mierda me afecte a tal punto de bloquearme por completo. 
No pido que me entiendan, sólo pido poder rescatarme.

viernes, 14 de junio de 2013

Dura mañana si se quiere. Es que, para ser sincera, no es para nada agradable despertarse y escuchar cómo te critican; y en verdad es demasiado dañino. Pero bueno, el motivo de ésta entrada es que durante mi enojo descubrí la horrenda (subráyese ésta última palabra) realidad. 
Odio ser tan débil. En verdad, lo que odio, es el hecho de tener tanto miedo cuando se trata del "qué dirán" de mi familia.Todo lo que ellos hacen es juzgar, y olvidarse. Pero lamentablemente ser juzgada no es fácil de superar, y mucho menos de olvidar. No me malinterpreten, yo también juzgo (y de hecho creo que todos lo hacemos, no es un justificativo, lo juro) pero ellos lo hacen de un modo más cruel. Siquiera sé si piensan antes de hablar o de actuar, porque las cosas que hacen me lastiman demasiado. A todo esto, el problema es que yo dejo que me afecte; no, no es por librarles la culpa, pero en todo caso es mía y sólo mía. Hace poco descubrí lo que pensaba Sartre (¿hace poco? más de 4 años ya), y él decía que nosotros mismos somos los que elegimos qué hacer; aunque nos estén obligando somos nosotros quienes terminamos accediendo. Entonces, si sola y puramente nosotros decidimos sobre nuestras vidas, aunque durante toda mi existencia me analicen de manera despectiva, aceptarlo y dejar que me de miedo pasa por cuenta mía. Estancarme, pasa por cuenta mía; y ponerle un fin, también. Buenos días.

martes, 11 de junio de 2013

No sé qué será, pero hay algo muy dentro mío recordándome cuán inútil soy. (En esta entrada llamémoslo: inseguridad).
El miedo de combatir el constante titubeo en mí me atemoriza. En reiteradas ocasiones me han preguntado el por qué, pero en verdad lo desconozco. No es fácil entrar en mí misma y averiguarlo (de hecho, creo que tengo muchísimo más pánico a lo que pueda hallar allí que al famoso "¿qué puede llegar a pasar?"). 
En ya varias oportunidades me aferré al temor y me escabullí allí esperando que todo lentamente pasara, pero lo más sorprendente es que lo hice en los momentos más inoportunos; dejé escaparse de mis manos situaciones con las que prácticamente había soñado... Y todo por el miedo. El maldito y hostigador señor miedo. ¡Y la verdad es que no me enorgullece en lo absoluto! Es más, el simple hecho de imaginarme el "qué hubiese pasado si..." me daña más que cualquier insulto.
Desearía que al chasquear mis dedos toda mi inseguridad hubiese desaparecido. Desearía con todo mi ser poder controlarme. Desearía no estar estancada. Desearía probarme a mí misma que cada cosa que creo es verdad; que puedo lograr todo lo que me proponga (porque lo sé, lo siento muy dentro mío). Desearía no ser tan cagona, y de una vez por todas enfrentarme; sí, enfrentarme.

miércoles, 15 de mayo de 2013

Amar y ser amados

Animal

La vida debería tratar sobre encontrar el amor en cada esquina. Deberíamos estar todos los días de nuestra vida acompañados. Vivir los 12 meses del año completamente enamorados. Deberían existir todos esos "amores de película" que tanto nos fascinan y alimentan nuestras almas. Porque no me vengan con que solos están bien, nadie lo está. Y sí, muchas veces es complicado entregarse sin medida (tal vez por el miedo a ser lastimados..., es que existe tanta gente ruin) pero eso no debería impedirnos nada.
Creo que hace bastante ya en una fiesta conocí a una conocida de mi hermana. La chica era más o menos lo que se conoce como un desastre (y les juro que no es con maldad) y voy a contar lo que más me llamo la atención de ella... Sabrán que yo soy bastante cruel al juzgar a la gente, pero más allá del "cómo estaba vestida" o del "cuánto tomó" me pareció demasiado tierno el modo en el que estaba con su chico; no importa si tan sólo hacía unas semanas se conocían, les juro que vi amor entre ellos. Pueden pensar que estoy media loca (y soy consciente de que tal vez lo esté, porque me enteré que ya no "andan" más), pero puedo asegurarles que eso era amor. O bueno, tal vez sólo fuera ese "amor" que nos muestran en las películas y los libros una y otra vez... Los vi bailando y saltando tan ebrios, pero felices, que si me hubieran preguntado qué pensaba de ellos hubiera respondido sin dudarlo que así, debería ser el amor en la vida real. Nada de mensajes o escenas de celos; nada de engaños, nada de miedos... Amor puro. Y bueno, si el amor sólo dura unas pocas semanas, aceptarlo. Nosotros mismos muchas veces somos los que nos hacemos daño, amando o no, simplemente lo hacemos.
Para ser sincera, yo creo que el amor va más allá de todo. Pero no se trata de enfocarse solamente en eso, se trata de algo más. Ok, les está hablando alguien que nunca amó o mismo que nunca tuvo la oportunidad de compartir alguna locura encantadora con un chico (mentira, con uno sí), pero es que en verdad veo a todos los que dicen "amar" y ¿acaso ellos cometen locuras? Desde chica que conozco una historia, que trata  sobre la locura y el amor, y la moraleja es que siempre van acompañados. Entonces, me pregunto yo, por qué de repente importa más si se dijo o no un simple "te quiero" o pasar todos los minutos juntos. ¿Cuántos actos cotidianos carecen de un mínimo de locura? Demasiados. Todos están tan cansados y aburridos de sus vidas que se olvidan de las cosas realmente importantes, esas que llenan el alma.
Insisto, debería existir un amor en cada esquina. Amar y ser amados.

"Desde entonces, desde que por primera vez se jugó a las escondidas en la tierra... El Amor es ciego y la Locura siempre lo acompaña..."
Las primeras escondidas del mundo - Anónimo.

jueves, 2 de mayo de 2013

Apostaría mi vida entera a que nunca supiste todo el esfuerzo que hago la mayoría del tiempo para no herirte. Ignoras por completo cuantas veces me guardo la verdad para mí misma, simplemente para no lastimarte. Pero vos te das el placer de decir todo lo que pensás en el momento más inoportuno. Deberías aprender a callar los insultos. 
Si tan sólo fuese fuerte te diría todo eso que opino acerca de vos, absolutamente todo... Pero vos no vez que no sólo vos me haces daño, si no que me lo hago yo misma. Doble castigo.

domingo, 21 de abril de 2013

Crónica de una Obsesión. Décima Novena Parte

Verte sonreír, memorizar tu sonrisa con el fin de volver a recordarla (alrededor de unas cientas veces). Verte bailar, verte mirándome; Recordarte haciéndolo. ¿Qué dirías si me escucharas balbucear que te extraño? ¿Qué me dirías si te prometiera que todo algún día va a ser como me lo prometí a mi misma? No, ya sé que no va a suceder eso (ni nada, para ser sincera), pero que lindo es imaginarlo...
Por primera vez leí todas las crónicas que te escribí en algún momento, y dejame decirte que me sentí una estúpida. Pasaron cosas, no entre nosotros, claro está. Sigo siendo una "x" en tu vida (y en minúscula, porque ni siquiera soy significativa). Aún así, desde la primera vez que te escribí tenia dos deseos: el primero indiscutiblemente olvidarte (o al menos superarte) y al acordarme de vos soltar una carcajada sabiendo que sólo fue mi imaginación de pendeja confundida; y la segunda era que fueses mi última obsesión. Fallé en ambos dos, pero mucho más en el último. 
Te odio desde la primera vez que supe de tu existencia, pero aún más desde aquél 19 de noviembre de 2011 que por alguna extraña razón decidí escribirte esperando que algún día estuviese la oportunidad de que me leyeras.

Te odio, para siempre mi amor.

jueves, 11 de abril de 2013

Dejé la tarjeta en la cama, la miro de vez en cuando esperando que alguna maravillosa idea se cruce entre mis pensamientos para por fin poder terminarla. En este caso lo que ocurre no es que no tenga inspiración, si no más bien que no puedo expresarme libremente. Es realmente muy complicado escribir algo (demasiado corto) identificando a mis hermanos también. Si la tarjeta fuese solamente mía te diría que valoro demasiado cada abrazo que me das, cada sonrisa que me das. Te diría que me vuelvo loca de rabia al saber que, a veces, no puedo evitarte las lágrimas (¿cuál es la palabra mágica para curar tus heridas? ¿existe en verdad? ¿qué tengo que hacer?). Supongo que intentaría escribir un agradecimiento por querer verme progresar; por tu maldita manía de querer que estudie algo, cualquier cosa, que me de un buen futuro (porque vos no pudiste tenerlo). Te diría que aprendí de vos demasiadas cosas, pero sobre todo una... Me enseñaste (sin saberlo) a ser fuerte ma, jamás conocí a alguien con tanta garra. Te veo todo el tiempo, y aunque no te lo diga se que intentas seguir adelante por nosotros pero no necesitas hacerlo más. Seguí tu vida por vos, ya diste demasiado por nosotros.
Sé muy bien que no sos perfecta, incluso muchas veces noto los varios errores que tenes, pero aún así cada vez que pienso en vos hay una vocecita que me dice "es perfecta". Y no me miente, claro que no. Ante mis ojos ma, sos perfecta. Y no me importa si no queres que sea modelo, no me importa si preferirías que sea abogada o maestra. Te juro que no me importa, porque sé que nada más tenés miedo, y te entiendo, porque yo estoy igual. Pero aún así se que cuento con vos, sé que si llegara a caerme ahí estaría vos con un maldito "te lo dije", pero estarías. 

Todavía no sé que escribirte, un te queremos me suena falso, un te amamos es poco, y no quiero defraudarte. Claro que si te escribiera un texto como éste tal vez no te interesaría (o sí, no lo sé, y nunca voy a hacerlo).

miércoles, 10 de abril de 2013

Como todas mis entradas, ésta tampoco sé de qué forma empezarla y planeo no dar muchas vueltas. Resulta que hace no más de diez minutos se me ocurrió hacer privadas todas mis "notas" de facebook y para mi no tan querida sorpresa (porque sinceramente, ninguno de las renovaciones que le hacen a dicha página me agradan) tuve que ir nota por nota tocando en el botón "Solo yo". Algunas decidí dejarlas, ya que son letras de canciones que no dicen mucho más (aunque en éste preciso instante me estoy arrepintiendo). Pero siendo más precisa, encontré algunas notas que escribí hará dos o tres años (cosa rara porque tenía un blog), y sobre todo me llamó la atención una, que al leerla sentí escalofríos. Juro por Dios, que parecería que la estuviera escribiendo ahora mismo y es por eso que, aunque podría formularla de otra forma e incluso corregirla, decidí "copiarla y pegarla" acá abajo... Enjoy.

.~
de Constanza Lucía (Notas) el sábado, 26 de febrero de 2011 a la(s) 21:26

La verdad que estar sentada debajo de la mesa y llorando es una de las cosas mas patéticas que hice en toda mi vida. Nunca me gustaron las peleas, y eso es algo que, aunque intenté, nunca pude superar. Si no fuera porque soy tan obvia, creo que todavía estaría llorando ahí abajo, al lado de mi perra, que fue la primera que me vio y me dio “un beso”, y que aunque la eche de mi pieza, la cargosee, la rete, le grite, ella nunca es rencorosa conmigo, y siempre está.
 
Siempre me dije a mi misma que quería cambiar, que ya era hora de no ser tan tonta, que tal vez era tiempo de que empezara a pensar un poco más en mí. Y la verdad que me lo repetí millones de veces, y nunca cambie (y también se que no voy a poder hacerlo).
Me rodea gente hermosa. Tengo los mejores amigos del mundo, tengo una familia genial, que siempre está. No tengo todo lo que quiero, pero se aproxima bastante. Y aún así, estoy sola. En realidad, me siento sola.
Me siento tan estupida, todo lo que quiero hacer con mi vida me parece IMPOSIBLE de hacer, y aunque quiera ser positiva, a quién mierda voy a engañar, si siempre fui una pesimista, negativa, y orgullosa de serlo (otra vez me acuerdo de que ALGUNA VEZ tendría que haber cambiado, y nunca lo hice). Pero a nadie le interesa…
Otra cosa que parece a nadie importarle es que estoy pasando por lo mismo que pase en toda mi vida cuando tuve un “serio estrés” (cuando me pasaban cosas jodidas) A no, pero claro, si nunca cambio, si nunca puedo soportar nada, porque siempre sigo siendo la misma.
Tengo sueños, tengo ilusiones, tengo esperanzas; tengo tantas ganas de tener un futuro lindo, feliz, lleno de luz, lleno de vida, y no se por dónde mierda empezarlo. Sin otras palabras, estoy perdida, estoy estancada, pero SIEMPRE sola.
Haga lo que haga, siempre termino así, y ahí es donde me doy cuenta de que no cambio. Y es que no se cómo cambiar. Es que no puedo sola. Es que necesito la compañía de alguien…
A veces me miro en el espejo y digo que tonta que soy, porque soy linda, un poco inteligente, y todos me dicen “Que raro que no tengas novio, que etc, etc, etc…” pero yo soy a la que le gusta estar así, porque sinceramente, yo, y solo yo soy la que espanta a los chicos; y no me importa, o bueno si, pero que se yo, tener novio no es algo fundamental en mi vida, porque nunca sufrí por eso, y no pienso hacerlo tampoco, o al menos no por ahora. Pero después pienso, y digo, que lindo sería... Pero a quién voy a engañar, NADIE soportaría a alguien como yo.
 
Y sí, estoy deprimida, y ahora es cuando me empiezan a caer las fichas, y es cuando me pongo a pensar, y digo (una vez más) que al parecer, éste es mi destino… Y mira que para ser una persona super negativa, no pierdo las esperanzas, para nada, pero que se yo, no se, aunque quiera hacerme la boluda, me doy cuenta de cómo son las cosas, y más que nada de que todo sigue igual, de que yo no cambié, y de que los que me rodean, yo que se, siguen sin pensar en mí; o sea, sí que piensan, pero como que a veces se olvidan, ME olvidan.
No se, todo me tira para abajo, y no encuentro una simple (la más chiquita) razón para seguir adelante, no encuentro de dónde sacar fuerzas, lo único que quiero es acostarme a dormir y nunca más despertarme; se que suena absurdo, porque no pierdo las esperanzas, y espero que algún día, todo cambie, y sea para mejor, y yo sólo quiero vivir, y disfrutar, y tener el futuro más lindo que pueda existir; pero aún así, todavía dudo si las cosas van a cambiar…

martes, 2 de abril de 2013

Enchanted


''Enchanted es una canción acerca de un chico que estaba encantada de conocer. Obviamente, era un chico con el que había hablado un par de meses por e-mail, pero no lo conocía en persona... Entonces, fuí a su encuentro. Me junté con él en Nueva York. Recuerdo que me volví todo el camino a casa pensando: ''espero que no esté enamorado de nadie''. Y fue maravilloso. Es esa sensación de ''Dios mío, ¿con quién? ¿Le gusto? ¿Le gusta alguien más? ¿Eso qué quiere decir?''. Y entonces llegué a casa y abrí mi e-mail. Él me había enviado un correo y decía algo así como ''Lo siento.. Me mostré tan tranquilo. Estaba maravillado de conocerte''... Entonces, incorporé la palabra ''maravillada'' a la canción, para que fuese algo así como ''Hey, esta es para tí'', porque no creo que el sepa que me siento así, entonces...''
Taylor Swift


Sinceramente desde el primer momento en que escuché esta canción la amé, pero ahora bien, nunca la había sentido tan personal. Simplemente no quiero entrar en detalles (porque no es el fin de ésta entrada), pero sí quiero dejar acá plasmado éste sentimiento que vengo teniendo desde hace unos días ya (y que sé que acá va a quedar, no va a durar mucho más y es por eso que necesito hacerlo ahora, mientras dure éste encanto). Éstas partes de la canción me describen mejor de lo que yo misma podría hacerlo (enjoy):


"Y ésta soy yo rogando porque haya sido la primera página y no el final de la historia. 
Tu nombre resonará en mis pensamientos hasta que te vuelva a ver. 
Éstas son las palabras que no dije mientras me iba muy temprano... 
Estoy encantada de haberte conocido.
Por favor no estés enamorado de alguien más; 
ojalá no tengas a alguien esperándote.
Por favor no estés enamorado de alguien más; 
ojalá no tengas a alguien esperándote.
Esta noche es brillante, no dejes que se vaya. 
Estoy maravillada, sonrojándome todo el camino a casa. 
Me pasaré la eternidad preguntándome si sabrás... 
Esta noche es perfecta, no dejes que se vaya. 
Estoy maravillada, bailando sola
Me pasaré la eternidad preguntándome si sabrás... 
Que estoy encanta de haberte conocido."

(Que ésto no termine acá, te lo ruego)

Estado de felicidad absoluta



No podemos quedarnos estancados en aquél pasado que para nosotros fue mejor (porque siempre nos aferramos a ése que nos hizo erradiar felicidad, nunca al que nos partió el alma en miles de pedazos; ya que en cambio, a ése sólo queremos olvidarlo). 
Tal vez aquellos momentos vividos hayan sido los mejores... Y es que siempre derramar una lágrima al no poder para de reír será mejor que desperdiciar cientas solamente para expresar nuestro dolor. Haber visto su sonrisa, recordar su voz; un abrazo, la palabra justa en el instante preciso. Escuchar una canción que durante mucho tiempo nos hizo cantar y bailar..., y de repente sin entender el poder que tiene sobre nosotros volver a hacerlo como antes; esa felicidad mientras giras y giras en la habitación gritando la letra...
Haber comprobado que los sueños pueden hacerse realidad (y que especialmente fueron los tuyos los que te ayudaron a entenderlo), el éxtasis que te provoca saberlo; esa mezcla perfecta entre la locura y la razón, sentir que seguimos soñando. No poder creer que todo aquello que te atreviste a soñar, y parecía tan lejano (solamente una utopía) está sucediendo en realidad... (si Coti, está sucediendo). Sentir que todo es perfecto y querer que sea así para siempre, que tan sólo se congele el tiempo... 
Pero en verdad es más complicado que eso. Tal vez la felicidad de la cual quisiéramos apoderarnos eternamente (esa que nos dio solamente aquel momento oportuno) debamos buscarla en nuevas circunstancias; debemos dejarla ir. No podemos aferrarnos a eso que nos sigue pareciendo tan perfecto (pero sobre todo tan mágico), no. Es hora de aceptar que tal vez haya más instantes iguales (o incluso mejores) esperando por nosotros. Debemos estar listos para seguir adelante, para seguir viviendo. La vida no es sólo aquello que pasó, es también todo eso que está por venir; eso a lo que estamos yendo a su alcance (porque nosotros nos movemos, no ella; ella sigue adelante y si esperas, la extravias)... Y no me vengas con que te da miedo Coti, tenes que afrontarlo. Te estás escapando del que, tal vez, sea tu mejor futuro. Vos mejor que nadie sabés que si bien el Destino está escrito, sos vos la que lo tiene que vivir para darse cuenta cómo es... Y si no te gusta y encontras la forma ¡Cambialo mujer! No tenés nada que perder (lo dijiste una vez y todavía lo recuerdo), así que... ¿qué estás esperando?

¡Suerte volviste! (te extrañé tanto, quedate conmigo para siempre... Por favor).

sábado, 23 de marzo de 2013

Amar a Poldy

Siempre tuve una debilidad por los textos que escribe Poldy Bird, y esto ocurre desde que tengo uso de la memoria prácticamente. 
Me acuerdo que cuando era chica, mi tía le dio dos libros a mi hermana (no se los obsequió, simplemente fue como uno de esos préstamos que se hacen sabiendo que no lo son en verdad). Uno de esos libros, tenía en la tapa la imagen de una chica llorando y el título no era muy agradable que digamos para mí. Supongo que mi mamá me explicó que no se lo recomendaba leer con "rimmel" ya que éste se corría fácilmente con el llanto. Basándome en esa explicación, en la impresión que me daba el azul tan tétrico de la tapa y en que no me fascinaba ni un poco leer, decidí seguir con mi vida normalmente ignorando el hecho de que existía ése tipo de libro y que, estaban en el poder de mi hermana (a tan sólo una biblioteca de mi alcance).
Ahora bien, no sé en qué momento pasó que simplemente me acerqué a esos dos libros que tan sólo un par de años antes me parecían espantosos. Estaban casi destruidos (no tanto como lo quedaron después de que me adueñara completamente de ellos), pero a la vez remendados con cintas. Lo más lindo que tenían (y tienen, porque ahora yo también formo parte de eso) es poder encontrar en ellos algo (como tal vez un boleto o una flor seca envuelta en un papel) señalando el cuento favorito de alguien. Y ni hablar de las dedicatorias... Pero bueno, yo quiero contarles que decidí sumarme a esa casi tradición de marcar el cuento favorito de cada mujer de esta familia la vez que encontré un pez hecho en origami (muy lindo por cierto) que mi mamá confesó haber hecho para un trabajo cuando estudiaba (sí, así de tantos años tenía/tiene); creo que ni siquiera lo pensé, tomé el pez hecho de papel  y lo puse en la página número 17 de "Cuentos para leer sin rimmel", donde se daba inicio al único cuento de Poldy que logró trasmitirme esa angustia tan horrorosa mezclada con temor que sigo sintiendo cada vez que lo leo. Aún así "Esa no era mamá" será por siempre mi relato preferido.
Sé que tal vez no tenga mucho sentido que haga una entrada recordando cosas como las que escribí arriba, pero por algún extraño motivo hoy volví a agarrar los libros (esos dos y uno que me compró mi vieja el año pasado), y no pude evitar pensar en lo hermoso y gratificante que sería poder tener todos sus libros, todos sus textos, y que si el día de mañana llegara a tener una hija (o hijo, por qué no) ella pudiera sentir el mismo encanto que sentí yo la primera vez que elegí leer un libro de Poldy Bird.

lunes, 11 de marzo de 2013

Desesperadamente sentía la obligación conmigo misma de hacer esta entrada (tal vez creí que así podría alivianar mi peso, pero ahora me retracto). De todos modos, sin demasiada palabrería quiero que quien la lea, pueda comprender ese sentimiento de angustia que se siente al principio muy diminuto y que va intensificándose muy lentamente hasta tomar por completo la razón y ponerla a merced de él...
Una vez leí en una novela, la cuál me tomo el atrevimiento de decir que fue la única que llegó hasta lo más hondo de mi ser (aunque se sabe que en cuanto a tema libros soy un cero a la izquierda e incluso me pierdo de millones de fantásticas historias), una frase que me quedó retumbando desde ese momento. Si bien entendía el significado perfectamente desde aquél entonces, por algún extraño motivo hoy sentada en la estación esperando el colectivo para (por fin) volver a casa, la recordé. Si les dijera que se me heló la sangre no exageraría. 
Ahora bien, cuando la lean podrán comprender que no fue exactamente mi caso, pero quiero que tengan presentes dos cosas: 
  • el momento exacto en el cual estaba mi razón completamente embrollada (y la desesperación se iba apoderando del poco juicio que me quedaba intacto) y al darme vuelta pude observar que de golpe el cielo se había nublado; y así, por arte de magia, inesperadamente me sentí protegida;
  • y el preciso instante en el que sentada en el banco de la estación, no pude contener las lágrimas ya que éstas estaban dispuestas a escaparse de la manera que fuese. 

Una vez explicado ésto, antes de copiar la frase y casi despidiéndome por completo, les recomiendo que no escuchen jamás la canción "Dos extraños" de la banda "Rock a la orden" angustiados, completamente desorientados mirando la forma en que caen las gotas desde el cielo; adiós.

"El día del entierro comprendí por qué en las películas los funerales se filman siempre con lluvia. En el cementerio donde lo enterraron los pájaros cantaban, había flores, el césped brillaba. Comprendí que la luz del sol es despiadada, son las sombras las que nos protegen"
Antonio Santa Ana - Los ojos del perro siberiano  

sábado, 9 de marzo de 2013

Des-amedrentarte


¿Remarcarme los errores siempre te resultó fácil, verdad? ¿A qué le tenes miedo? ¿Acaso temés a que sea igual a vos, o todo eso que no sos porque nunca te animaste a serlo? ¿Qué pretendés de mí? Lo único que puedo decirte es que ni vos ni yo queremos el mismo futuro para mí, pero yo siempre voy a elegir mi opción no la tuya (deberías saberlo).
Vos sos una de las personas que más daño me hizo pero sin embargo no puedo odiarte. Sé que debería hacerlo, pero me resulta imposible. Y lo que más me duele es defenderte con uñas y dientes, valorarte mucho más de lo que en verdad debería hacerlo...
Nunca entendí si tus sueños eran tan simples o alguna vez fueron lo suficientemente grandes que ahora te quedan chicos. No sé si estás conformándote con lo poco que tenés o si en verdad es eso poco lo que querés tener. No sé si tenes miedo a pasar un mañana sola o si en verdad no te das cuenta que pase lo que pase no vas a estarlo porque me vas a tener a mí. Siempre te lo dije, ibamos a vivir juntas ¿te acordás? Ibas a poder malcriar a mis hijos, íbamos a ser como una familia de verdad; no como esto que intentamos ser ahora (y no nos sale). Pero lo único que haces es alejarme de vos.
Ambas sabemos perfectamente que nunca te gustaron mis sueños. Si bien desconozco el motivo, no me importa. Soy una obstinada, pero en verdad creo que puedo cambiar nuestras vidas (la mía, la tuya; nuestro futuro) ¿por qué no me dejás hacerlo? ¿Por qué mierda te empeñás en que sea algo que no quiero ser? Nunca me apoyaste en ninguno de mis proyectos, y en el que POR FIN decidís hacerlo es en el que jamás planeé yo. Seamos sinceras, estoy estudiando por vos..., si fuera por mí vaya a saber uno qué estaría haciendo en estos momentos en vez de estar llorando como la estúpida que soy. Claro que al parecer nunca te das cuenta de nada (ya no sé si es que en verdad no lo haces o no querés hacerlo).
Seré una ofuscada de mierda, pero lamentablemente hoy mis sueños se encuentran ante todo (y todos)... Vos decidís si seguirme o no.

lunes, 4 de marzo de 2013

Carry on:



Al parecer últimamente está de moda decir que uno puede vivir la vida que desee vivir, pero la pregunta ahora es ¿cuán cierto es?

"Pero no tengo ganas de vivir si no puedo cambiar aunque sea algo de esta mierda".
Anoche venía viajando para casa, y no pude evitar pensar en que nada de esta vida (la mía) me gusta tal y como es. Quiero tantas cosas cambiar, pero no tengo ni la más mínima chance de hacerlo. ¿Y saben qué es lo peor? que al parecer nadie parece darse cuenta de ésto.
Supongo que en otra vida debí haberlo tenido todo. Supongo que cualquier propósito al que aspiraba era alcanzado en su totalidad. Supongo que en otra vida fui todo lo feliz que ahora, en ésta, no soy. Supongo entonces, que también tenía una familia y amigos que me ayudaban a sostenerme y que ante cualquier fracaso asistían a mi encuentro para paliar el daño ocasionado. Claro que todas sus acciones eran puramente desinteresadas.

lunes, 25 de febrero de 2013

Es realmente muy complicado expresar correctamente este sentimiento. Supongo que el primer paso es sincerarme conmigo misma y reconocer que no es uno sólo, si no varios entrelazados tan estrechamente que crean esa falsa ilusión de único sentimiento. 
Y ya que estoy refiriéndome a la franquedad que escasea en cuanto a lo que a mi refiere, debería mencionar también el triste hecho de éste pesimismo que se a apoderado de mí en los últimos días. Sí, me encuentro desesperanzada y buscando una maldita excusa para volver a pensar en positivo, y sobre todo para creer que es mundo es tan infinito como yo puedo querer que  losea; para dudar de la existencia de los imposibles, y para no darme por vencida jamás.

jueves, 21 de febrero de 2013

Hecho con tus sueños



Sí, sí, están en todos lados, 
van recorriendo el mundo 
haciendo que te sientas raro, 
los sueños no descansan, siempre quieren más, 
siempre quieren más y más, verás... 

No hay nada parecido, 
soñar es lo mejor que este planeta ha conocido, 
la vida es del color que tú quieras soñar, 
que tú quieras soñar. 

Sueños pequeños, sueños grandes, 
dime tú si hay algo mejor, 
que sea más interesante 
y que quepa en esta canción, tu canción, tu canción... 

Cerrar los ojos siempre es lo primero, 
si tengo un sueño me lo como entero, 
así se cumple y ya no puede escapar, 
esa es la verdad, eso es lo que quiero. 

Mmm... está bien, lo tengo merecido, 
me he convertido en un muñeco teledirigido 
por un montón de sueños que me piden más, 
siempre piden más. 

Sueños pequeños, sueños grandes, 
dime tú si hay algo mejor, 
(y que quepa en esta canción). 

Cerrar los ojos siempre es lo primero, 
si tengo un sueño me lo como entero, 
así se cumple y ya no puede escapar, 
esa es la verdad, eso es lo que quiero. 

Y no te engañes, hay que ser sincero, 
para soñar hay que empezar de cero, 
la suerte ayuda a los que quieren volar, 
más allá del mar, más allá del miedo. 

Para acabar en el principio y entenderlo todo mejor, 
busca en tu corazón, 
seguro que hay un sitio para que soñemos, tú y yo, 
tú y yo... 

Soy el que siempre llegará primero, 
aquel que saca sueños de un sombrero 
y aquel que vuele hasta la eternidad, 
esa es la verdad, eso es lo que quiero. 

Y no te engaño, soy un caballero 
hecho con sueños que me como enteros,
la suerte sabe que yo puedo volar 
más allá del mar, más allá del miedo. 

Cerrar los ojos siempre es lo primero, 
si tengo un sueño me lo como entero, 
así se cumple y ya no puede escapar, 
esa es la verdad, eso es lo que quiero. 

Y no te engañes, hay que ser sincero, 
para soñar hay que empezar de cero, 
la suerte ayuda a los que quieren volar, 
más allá del mar, más allá del miedo...

La suerte ayuda a los que quieren volar
más allá del mar, más allá del miedo.

martes, 12 de febrero de 2013


¿Por qué se supone que debería seguir intentando? En verdad nadie nota mi esfuerzo, pero es verdaderamente frustrante intentar encarar las cosas con al menos un poco de ganas sabiendo cuál va a ser el resultado. Y es mucho peor cuando no me quiero dar por vencida. Y ya no sé si estoy siendo persistente o sólo es un capricho. No busco la perfección, sólo busco hacerlo lo mejor posible. Pero ya ni siquiera eso puedo hacer. No quiero rendirme en este momento, porque sé que puedo hacerlo. En realidad no lo sé, simplemente lo creo ciegamente (ya que se me demuestra una y otra vez que no me es imposible lograrlo). Y lo peor de ser incapaz es sentir la presión de no querer decepcionar a nadie. Si bien eso no debería importarme, no es así; y mucho menos cuando la principal decepcionada sería yo.
Creo en mí misma como en nadie, y ese es un problema demasiado grave, porque sólo me produce una ceguera que no me deja observar la realidad tal y como es. Si bien es verdad que me da las fuerzas necesarias para seguir adelante, simultáneamente me va destrozando poco a poco.
Los veo a todos esperando algo de mí, y deberían saber que no funciona de ese modo (pero al parecer no lo saben). ¿Acaso creen que yo tengo las respuestas a todas sus preguntas, la manera de hacerlos sonreír siempre que lo necesiten? No, no es así como debería ser. Yo no vivo para ustedes, si hago todo lo posible para verlos mejor es un acto desinteresado, pero que no siempre va a existir. ¿Y saben por qué? Porque también tengo una vida. Por lo general cuando quiero mucho a alguna persona y está mal hago todo lo que está a mi alcance para ayudarla. Pero ustedes sólo me piden más y más y ya no puedo más. No vivo para ustedes, sólo intento estar ahí porque considero que ESO hacen las personas cuando se quieren... Pero no esta mierda de dar la mano y agarrar el codo. Y como nadie logra distinguir la diferencia entre una cosa y la otra, y yo siempre soy la que sale lastimada, me harté. 
Después cuéntenme si encontraron otra estúpida como yo, y cuando vean que posiblemente eso jamás pase, ahí recién van a valorar lo que hice por ustedes.

domingo, 10 de febrero de 2013

Broken glass


"I’ve been spending the last 8 months thinking all love ever does is break and burn and end..."

Aunque no quiera, me veo en la obligación de hacer esta entrada (es una obligación conmigo misma, lo necesito). 
La otra noche viajaba en el colectivo, mientras escuchaba la canción a la que pertenece la frase que puse arriba, y si bien estaba mirando la ventana desde hacía un buen rato no pude evitar darme cuenta que el vidrio de la ventana estaba rasgado. Instantáneamente me quedé helada. Pasé el dedo por encima del vidrio, y sentí esas grietas que tenía. No recuerdo en qué pensé exactamente, pero si me acuerdo de ese sentimiento de miedo. Verán, siempre me pregunté por qué le tenía tanto miedo a los vidrios y de tanto pensar encontré un posible motivo. Si bien es cierto que una vez vi cómo se rompía una ventana prácticamente arriba mío (fue exactamente como en las películas ¿vieron esas pelis de acción que se rompen los vidrios y se dispersan por todas partes sus pedazos en cámara lenta? bueno, del mismo modo pasó), ese no fue el motivo de mi pánico. ¿Nunca se pusieron a pensar que el vidrio es demasiado frágil, más que cualquier otro material? sólo hace falta un poco de fuerza para que se rompa y lo peor es que más allá de ser demasiado frágil, lastima mucho...
Tal vez no entiendan a lo que me refiero, en mi mente todo tiene perfecto sentido... 
Conozco ese miedo de que se rompa todo. Los vidrios se rompen y siempre alguien sale lastimado... Bueno, en muchas otras ocasiones ocurre lo mismo (lo dice alguien que tiene experiencia en "rupturas"). Y es ese miedo que me persiguió esa noche y también ahora mismo. Y no, no quiero que se destroce esta satisfacción de saber que todo está saliendo perfectamente bien, de sentirme unida más que nunca a ella, no quiero. Haría todo lo posible para que jamás nos rompamos, lo juro.

sábado, 2 de febrero de 2013

Crónica de una Obsesión. Décima Octava Parte

De vez en cuando planeo para mí algo parecido a eso que algunos llamamos "olvidar"; sí, yo planeo "olvidarte" a vos. Claro que algunas veces se ve entorpecido cuando tu recuerdo abarrota todo espacio que ocupa mi persona. Tu voz enreda a mi mente infinitas veces y de forma consecutiva y tu ser..., tu ser sigue haciéndome sentir tan ínfima como aquella primera vez que tuvimos contacto alguno. 
Te odio; ahora, en el pasado y si el Destino no nos enreda nuevamente, en un futuro también lo haré.

lunes, 21 de enero de 2013

Sueños para ser infinita

Me encuentro completamente abrumada de notar lo simples que son los sueños del común de la gente. No los juzgo en lo absoluto, es sólo que éste hecho me resulta aborrecedor. Bueno, verán, yo simplemente soy una chica que creció en un no muy lindo ambiente (nada era como, para mi pequeña mente retorcida, debía ser) y es por eso que me dediqué a soñar; sí, ése fue el único motivo por el cuál me mantuve de pie e incluso me levanté del suelo más de una vez. Aunque todo parecía no tener solución ante mis ojos, ante mi corazón y la parte más inverosímil de mi ser, existía la disparatada idea de que  todo se repararía algún día... Y era así, como cobraba valor y ya que no podía remediar el daño soñaba con hacerlo. Poco a poco fui soñando más y más; comencé a vivir de eso; soñar ya no era un simple rescate momentáneo, si no más bien mi refugio de la brutal realidad. Mi satisfacción era impecable.
Muchos de mis sueños se basaron en conocer lugares que posiblemente jamás conozca, tratar con personas con las que, a lo mejor, nunca tenga la suerte de tratar, o simplemente ser todo eso que sé, nunca podré ser. Pero aún así, aunque sean realmente muy absurdos, me permití soñarlos... Y créanme, no hay nada más espléndido que sentirse infinita. Y yo siempre me sentí de esa forma; cada tarde, día, o incluso tal vez noche que compartí con algunos de esos sueños fueron perfectos. Simplemente, la mejor manera que encontré para alimentar mi alma. 
Aún así, siempre eludí una parte, la más complicada para cualquier soñador; la realidad. Es ciertamente algo muy hermoso y perfecto soñar, pero siempre está ese momento de "despertar" y recordar así, que por más complaciente que sea volar por entre las nubes mismas (tal vez), posiblemente eso jamás suceda. Verán, soñar no es para cualquier persona, es mucho más duro que combatir con la realidad diariamente ya que al darse cuenta que simplemente estábamos haciendo eso, solamente soñando, debemos contender con ella nuevamente. ¿Qué clase de persona se expone a semejante locura? Sólo un kamikaze. 
Y exactamente éso somos los soñadores, kamikazes, pero felices. Y si bien me alegra saber que hay demasiados, también me apena que haya tanta gente que no se anime a hacerlo. Sí, en verdad es muy duro tener que soportar la realidad, y más cuando se sueña tan alto como lo hago yo. Y sí, se que la gran mayoría de mis sueños son completamente imposibles, pero no me importa, juro que no me importa. ¿Por qué? Porque la satisfacción de sentirme infinita, nadie me la puede arrebatar. Y juro, que me encantaría poder hacerlos realidad, para de esa forma ser infinita.

sábado, 19 de enero de 2013

Crónica de una Obsesión. Décima Séptima Parte

Te soñé. Sí, otra vez te volví a soñar. Pero hubo una diferencia a todos esos sueños anteriores ¿sabés?, finalmente pude soñar con ese que realmente sos, y no con el que mi cabeza creó. Tu rechazo era continuo  ¿sabés?. No, claramente no lo sabés. Porque yo sola me permití dogmatizarte. Admití que vos eras perfecto ¿sabés? y lo más trágico fue no creerle a cualquiera que intentara refutar mi torpe idea; porque sólo fuiste eso, una idea
Y acá me tenés, escribiéndote un sábado por la mañana, después de soñarte, simplemente porque nunca habías sido tan cruel conmigo... Y ni siquiera en esta oportunidad pasó en realidad, ¿te das cuenta? No sé después de cuánto tiempo volviste a aparecer, pero andate así como llegaste, por favor. ¿A quién quiero y puedo engañar? (tal vez sólo a mí), nunca te fuiste. Tal vez simplemente te hayas escondido, esperando un momento de vulnerabilidad para aparecer nuevamente. ¿Y lo peor? Te esperaba.
Quiero odiarte y no puedo. Dejame odiarte, por favor.

viernes, 18 de enero de 2013

"No hay chances" y yo ya lo sabía, bueno, lo suponía. 
Es realmente muy triste ilusionarse tanto con una idea que se sabe desde el principio es completamente imposible pero que es tan perfecta que hacerlo te transforma en alegría pura, en satisfacción..., en un estúpido. Pero se es feliz, porque hasta el mismísimo momento es que te das cuenta (realmente te das cuenta) de que tan sólo era una ilusión no te sentís de esa forma, claro que no. Bueno, yo ya me sentía así; sospechaba que no iba a suceder todo tal cual lo imaginaba, porque sabía muy bien en el fondo, que era imposible concretar todo. Y ahora, que ya comprendí que en verdad nada va a suceder, espero un rescate. Una mano que me salve, que me deje seguir ilusionándome. Que en verdad esto sea una mentira, que haya chances, muchas chances, y solamente estén tratando de sorprenderme y que todo está perfecto... Y nada de eso va a suceder, porque sólo era una ilusión, yo una estúpida, y nadie se preocupa por sorprender a la gente para hacerla feliz.
Irme lejos. Escapar.
Suelto frases varias en mi cabeza, pero ninguna resulta coherente y mucho menos acorde con mis sentimientos. 
La idea de escaparme es la más persistente en esta historia. Tan segura de sí misma que no puedo hacerla desaparecer. Sin embargo también aparece otra figurita repetida (miles de veces) que intenta apoderarse. La idea de la sorpresa. Para mi compasión, siempre me ilusiono con esa torpe idea, pero nunca jamás sucede como lo espero (directamente no sucede).

miércoles, 9 de enero de 2013

Confesiones a las 3:00 a.m.

Bueno, después de haber torturado a mi pequeña cabeza acostumbrada a no hacer nada con tres capítulos seguidos de Awkward sólo puedo pensar (sí, nunca un poco de paz). 
La otra mañana o tarde o incluso tal vez noche hablando con mis amigas llegué a la conclusión de cuál era el motivo por el cual me sentía tan identificada con dicha serie. En verdad el que encontré (pero que estoy segura no debe ser el único que exista) es las relaciones amorosas que tiene la protagonista...
Desde que tengo memoria, siempre los chicos con los que "andaba" me "escondían". Bueno, no todos. Incluso creo que la mayoría me mostró porque claramente "sólo andábamos", como cualquier adolescente común y corriente. Pero hubo uno, hace mucho que creo fue el que más me marcó. Nunca le pedí ser novios, ni andar por ahí de la mano, ni que lo supiera todo el mundo. Aunque esto último sé que lo sabían, porque es complicado que no se sepa en un barrio tan chico... A lo que voy, no se supo exactamente porque él lo dijo ni porque él hubiera querido que así pasara (en cambio si me preguntaban a mí, la respuesta claramente hubiera sido otra). No, no estaba enamorada de él, fue más larga la historia, pero sólo supongamos que era otro chico más del montón (por que sí, siempre todos me resultaron lo mismo, tan sólo "uno más"). De todos modos, le permití esconderme. A él y a muchos más. Y los entiendo, quién querría mostrarse con una chica que todos ya saben no va a durar más de dos o tres veces. Pero aún así no puedo superarlo. Entiendo que a veces haya tenido que ser así, si tenían novias o sí simplemente era para no fomentar habladurías... Pero igual, ese acto de callar, de hacer de cuenta que apenas nos conocemos, o "somos amigos", siempre me dolió. Y bueno, todavía no lo supero.
Claro que a esos que me "esconden" se contraponen los que no les importa mostrarme. Los que no les importa ser precavidos, ni que los vean con esa chica que todos saben va a cambiar de parecer a la semana (con suerte). ¿Y qué, qué con eso? Nada. Soy experta en quejarme. Todos conocemos a alguien o tenemos una amiga/o que siempre dice "nadie me da bola", pero la verdad es que es mentira. Bueno, en este caso esa  amiga soy yo. No es que tenga a todos los chabones a mis pies (es más no tengo a nadie a mis pies), pero la verdad es que siempre hay un chico con el que me gusta hablar, siento que lo quiero, no me "esconde" e incluso es con el que podría formar una pareja como la que tanto anhelo formar..., pero nada, corto todo. ¿Por qué? No lo sé, tal vez nunca me permití amar, y ese creo es el motivo más fuerte. No amo, nunca lo hice y tampoco quiero hacerlo en este momento. 
¿No será hora de cambiar de pensamiento?

domingo, 6 de enero de 2013

¿Nunca sintieron esa especie de calma que nos satisface desde lo más profundo de nosotros? 
¿Nunca sintieron que todo estaba perfectamente bien?

viernes, 4 de enero de 2013

Never Grow Up


Desde que tengo memoria nunca me gustó cumplir años (sí, otra de las tantas cosas que me caracterizó como extraña). Por lo general cuando se es chico la llegada del cumpleaños alegra..., bueno, claramente no a todos por igual, a otros menos que más y en mi caso nunca sentí felicidad en lo absoluto. Tal vez la época no ayuda; no sé, tal vez si hubiera podido realizar una sola fiesta en la escuela, con una torta enorme para compartir y que todos me cantaran y que..., bueno, eso dentro de todo es un tema a parte, nunca podría haber cambiado la fecha en la que nací. Tampoco podría haber cambiado el simple hecho de tener que festejar todos mis cumpleaños con mi hermana, tres días atrasado (no le hecho la culpa a nadie, son sólo cosas que a veces las personas adultas creen que están bien, cuando en verdad no lo están). Sí, la única vez que de chica festejé mi cumpleaños con amigos fue a los ocho años, y en diciembre. Absurdo, ¿verdad?
Cuando compartía el cumpleaños con mi abuela, era lindo. Aunque siempre era una misma torta para las dos, y cada amiga o familiar que la llamaba para desearle felicidades me las terminaba deseando a mi también porque claramente mi abuela tenía una boca muy grande y les explicaba a cada uno y con demasiada paciencia que también ése era mí día. Me acuerdo que me molestaba mucho eso, y que para colmo se repetía todos los años. Pero llegó un momento en el que no se repitió más, y ahora lo extraño. Y Dios bien sabe que si fuera por mí volvería a ser esa chica de trece años, para así al menos compartir nuestro último 5 de enero (claro que sin saberlo). 
Nunca me gustó mi cumpleaños, pero aún así siempre odie mucho más los malditos cuatro del primer mes del año. Esa angustia que se apodera de mí y ese odioso entusiasmo de saludarme pasadas las cero horas que se apodera de quienes me rodea y me obliga a sonreír y repetir sin cesar frases como "muchas gracias" o mucho peor aún tener que agregarles un "sí, la estoy pasando bien". No, en verdad no lo estoy haciendo. Todos mis cumpleaños son la misma farsa, pero nunca nadie lo entiende, y aún así siguen deseándome que ese "sea el mejor día", no, claro que no.
Más allá de todo eso, hoy me pasa algo particular y es que durante mucho tiempo repetí sin parar la frase "cuando tenga 18". Ya no falta nada para que teóricamente pueda hacer el sin fin de cosas que planee algún día hacer cuando cumpliera esta edad, y sin embargo no estoy feliz. Si fuera por mí pararía ahora todo. Sí, una hora y media antes de finalmente llegar a esa maldita edad tan esperada rebobinaría todo, y seguiría siendo esa chica extraña pero tan común por fuera, que jamás se inmutó por vivir la vida que ella quería. 
Pero no, ya es hora de un cambio y presiento que éste es el momento indicado de realizarlo.